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En busca del milano real albino.

  • Foto del escritor: Alejandro Quecedo del Val
    Alejandro Quecedo del Val
  • 23 mar 2017
  • 5 Min. de lectura

¡Hola a todos y bienvenidos a este blog!

Con esta modesta crónica vamos a estrenar birding en la Bureba , blog que ahora mismo estáis leyendo y que espero que os guste. Como bien dice el título os voy a narrar mis aventuras buscando a un milano real albino, algunos os preguntareis, ¿Que es eso de albino? Pues muy sencillo, hay individuos que por genética (no se sabe a ciencia cierta lo que va a determinar este suceso) desarrollan un plumaje parcialmente o totalmente blanco, para que os hagáis una idea es como el archifamoso león albino. A este suceso también se le llama leucismo.

Pues en este caso era un milano real albino el que me rondaba por la cabeza, la primera noticia que tuve fue antes de navidad, cuando me mandaron una foto preguntando que especie era, a lo que después de varias confirmaciones respondí "milano real albino", me dijeron que lo habían visto cerca de Cameno, pueblo muy cercano a dónde vivo por lo que le busqué y no hubo suerte, así que pensé que sería algo pasajero. Pero no.

El caso es que hace dos semanas me mandaron otra foto y otro pajarero me dijo que se le había estado viendo en la planta de biomasa de mi "ciudad" así que sin pensarlo hice otra par de intentos, sin suerte ninguno.

Y como todo llega, llegó en este caso la terrible semana de exámenes en la que no puedes salir ni un día así que el pajareo se redujo en un 100 por 100, por lo que di por perdida toda esperanza, aunque me quedaba la de que volviese el próxima invierno (y espero que así sea).

Entonces llego un jueves en el que al día siguiente había un examen en el que había que estudiar relativamente poco, así que cogí mis prismáticos me ajusté el arnés y con todas las ganas del mundo cogí la bici y por fin... ¡Salí a pajarear!

El caso es que lo primero normalito, un par de ratoneros, unos estorninos, varias bandadas de trigueros... Pero de pronto vi un destellos blanco, apunté con los prismáticos y ... había toda una bandada de 8 ejemplares de un ave rapaz, hacían algunos picados otros simplemente planeaban... El caso es que parecía haber interacción entre ellos y me eche la mano a mi espalda esperando coger mi cámara y echar unas cuantas fotos para que alguien confirmara o no mis sospechas de que esa bandada era de abejero (ya que todas las descripciones que encontraba coincidían con él menos una, y es que el abejero llega en abril y yo estaba a mediados de marzo) el caso que mis dedos se cerraron intento agarrar una cámara que no estaba, ¡Con las prisas me la había dejado en casa!

Así que después de un rato la bandada se disipó en el horizonte y para no atravesar toda una finca en plena germinación con la bicicleta continué mi camino y llegue a punto dónde coges una pequeña cuesta para subir a un cerro desde dónde divisas dos vallejos y muchas aves, así que cogí la curva (tarde porque pasaba un coche) y pedalee cogiendo mal la subida y al rato paré, en parte porque había medio resbalado con una piedra y en parte para descansar, me gire por pura casualidad por si volvían los "abejeros" y fue otra cosa blanca encaramada a un árbol lo que llamó mi atención.

Mire con mis prismáticos pero había mucha distancia, parecía moverse...¿Sería una aguilucho, la joya de la Bureba el elanio azul, o sería el extraño milano real alvino,o la opción que creía más probable, una bolsa que me estaba jugando una mala pasada a mis ansias de "pájariles"?

El caso es que por si las moscas baje la cuesta de vuelta a la carretera y subí hasta un almacén donde parecía ver un camino al lado de la valla (para no pisar otra finca). El caso es que este almacén esta repleto de perros, no cualquiera ,si no mastines y pastores alemanes, unos perrazos que pocas veces en mi vida los habían visto ladrando (y eso que me tuve que parar una vez con mis amigos a arreglar una cadena en la puerta y los perros asomados más majos que todo sin decir ni "guau")

El caso que subía yo a velocidad por si se marchaba el pájaro x cuando sale un perrazo ladrando, se sube a la valla y esta se inclina un poco, y lógicamente pego un respingo del susto e inmediatamente dirijo mi mirada al árbol donde estaba esta rapaz blanca que había visto apenas unos segundos, el caso es que el ave también se asusto y levantó vuelo, vuelo en el que puede confirmar satisfecho que se trataba del milano real albino, pero esto no acaba aquí, ya que sale otro perrazo que se sube a la valla que se inclina aun más y de pronto sale todo la jauría que me causa la impresión deseada y salgo corriendo en dirección a mi bici (digamos que es para pillar al milano;)

Como digo, cojo la bici y a toda la leche bajo otra cuesta para meterme en otro camino en busca del milano, a todo esto yo mirando al cielo por si acaso ,a la vez que me acordaba del maldito cánido que me espantó al milano. Sigo yo por el camino acordándome también de lo que llevaba estudiado del examen y de repente veo algo blanco de una finca ¿el milano real albino? ¡NO! ¡Algo mucho mejor, mi "gran amigo" el mastín!

Me imaginó que ya suponéis la ilusión que me hizo el no poder avanzar por el camino en dónde había perdido de vista el milano, así que cuidadosamente a una distancia considerable detrás de los dueños voy yo avanzando poco a poco y me paro a ver un herrerillo intranquilo en un árbol, a la vez que los dueños se marchan con el mastín por una curva, así que para hacer tiempo me paro me bajo de la bici y me pongo a escrutar con mis binoculares la ribera.

En esto estaba yo cuando oigo un pito real y unas voces en la distancia, me giro ¿y que veo? ¡Un pedazo de mastín viniendo a toda pastilla hacia mi! cojo la bici y empiezo a pedalear como nunca (acordándome de las explicaciones de mi gran profesor de biología cuando nos explico porque cuando tenemos miedo tenemos mejores capacidades físicas) y la bici dando saltitos en el camino de baches y mis prismáticos dando saltazos en mi espalda (menos mal que mi mdre se empeñó en que me comprara un arnés que si no ese día dejo el cuello), yo sin girarme a ver si sigue el mastín.

El caso es que llego al final y cuando voy a bajar otra cuesta para más velocidad (ya se que llevo muchas cuestas, pero la Bureba pese a su apariencia plana tiene muchas subidas y bajadas) y pego un frenazo en seco ¿Por qué? Pues simple, otra pareja con un pastor alemán suelto.

Así que decido que el milano puede esperar otro día que lo que no va a esperar es el examen y los perros que me encuentre.

Y ese ha sido el primer día en el que me he asustado (que yo recuerde) por un perro, y para más inri ha tenido que ser el día del milano, que por cierto no ha esperado... Hace ya una semana que salgo y no le encuentro... Y como os podéis imaginar no hay foto ya que se me olvidó la cámara.

Pero el que si lo fotografió fue Francisco Cabrera,(entre otros) gran amigo con un gran blog que es:

¡Un saludo a todos y hasta la próxima!

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